Les hemos presentado unas fotos de nuestro inicio de activación con niños y niñas a través de juegos, con la finalidad de romper el hielo y la apatía de los padres e involucrarnos en cuestiones culturales de mayor trascendencia.
La primera actividad que se nos ocurrió fue un taller de títeres: invitamos a Títeres Kinimarí, para facilitarnos el Taller, como no obtuvimos seguridad, preparamos el plan B.
Pues sin mayores destresas haríamos muñecos con periódico y engrudo de almidón, utilizando bolsas plásticas como soporte de las capas sucesivas de periódico. La radio comunitaria nos facilitó el sonido y la invitación. Vicente, nuestro facilitador prestó canciones infantiles. Esperábamos entre 15 y 20 niños y niñas, nuestra gran sorpresa fue que acudieron más de treinta.
Un refrigerio simple, canciones, manos empegostadas de engrudo, todo una gran alegría. Detrás de los bastidores, alguna madre o padre curioso de lo que hacían sus hijos e hijas.
La invitación fue para el domingo siguiente, allí estuvo Kinimarí y activadores y activadoras de otros Equipos de Sistematización. Gracias a Dios, no había planificación predeterminada de logística, sólo acudimos niños, niñas, activadores, activadoras, los facilitadores y facilitadoras del Títeres Kinimarí y un hormiguero de ñinos y niñas que sumaron más de 60. Nadie quedó por fuera, a media jornada buscamos refuerzos, porque según nos explicó María de Los Ángeles, se había agotado en un día lo que solía utilizarse para 4. Todos y todas éromos niños y niñas jugando, haciendo nuestros propios gusanitos. La participación de Brisas del Tórbes y la Adorable July del Grupo Okiris, nos comprometió enormemente como grupo, como equipo, habíamos asumido déudas morales.
En ese segundo y tercer Taller con Kinimarí ya los padres no eran estrellas fugaces, mirando de reojo, eran curiosos participativos algunos y otros simplemente expectadores de la labor lúdica de sus hijos e hijas. Tres domingos fueron suficientes para emprender grandes acciones: El Censo de Reconocimiento de Talentos, en las cuatro comunidades donde estábamos activando, El Sancocho Cultural del Barrio Las Margaritas, y las Cuatro Asambleas Generales de las Comunidades: Paraiso, San Cristóbal, Los Colorados y Las Margaritas, convocadas con la agenda de presentar El Proyecto Comunitario que surgió del diagnóstico participativo, y de los resultados del censo de reconocimiento de talentos. Asumimos otros retos, nos sentíamos capaces de ofrecer esos talleres, esta desbordante actividad estaba conjugada además con la parte académica y con la parte política.
El optimismo y la confianza nos permitían asistir, a marchas de apoyo al proceso revolucionario, la toma cultural del Parque Metropolitano, Asistencia a Foros, y la integración al Comando Parroquial, y por supuesto acciones directas con las comunidades.
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